03 octubre 2012

Allan Kardec, su biografía y su obra



Allan Kardec nació en Lyon, el 3 de octubre de 1804 y falleció en París, el 31 de marzo de 1869. Fue inhumado en entierro civil el 2 de abril. Allan Kardec fue el seudónimo del pedagogo francés Hippolyte Léon Denizard Rivail, quien es conocido hoy como el sistematizador del Espiritismo.

 Hizo sus primeros estudios en Lyon y los completó en Yverdon (Suiza), en el Instituto del célebre profesor Pestalozzi, conocido por ser uno de los más respetados centros de enseñanza de toda Europa, por el que pasaron famosos intelectuales de aquella época.

Rivail alcanzó buen nivel de conocimientos tanto en el campo de las ciencias como en el de las letras, realizó estudios médicos y se entregó a fondo a la lingüística. Hablaba correctamente el alemán, el inglés, el italiano el español y el holandés. Varias conocidas enciclopedias, como la Nueva Enciclopedia Larousse, explican que llegó a ser miembro de la Real Academia de Ciencias Naturales de Francia y que en 1824 ya se había trasladado a París, donde se dedicó a la enseñanza. Lo hizo primero en la institución fundada por él mismo sobre el modelo del Centro de su maestro Pestalozzi, y más tarde de forma privada, cuando ciertos problemas económicos le obligaron a la liquidación de su instituto y a desenvolverse como tenedor de libros y como contable de tres casas de comercio, además de ocuparse en la traducción de obras inglesas y alemanas. Contrajo matrimonio, en 1832, con la institutriz Amelia Boudet, nueve años mayor que él, y fue en este periodo de su vida cuando elaboró y publicó, con éxito, los siguientes libros:

1828: Plan propuesto para el mejoramiento de la instrucción pública.
1829: Curso práctico y teórico de Aritmética, según el Método de Pestalozzi, con modificaciones.
1831: Gramática francesa clásica.
1846: Manual de los exámenes para los diplomas de capacidad.
1848: Catecismo gramatical de la lengua francesa.

Un segundo periodo biográfico comenzó para Rivail cuando, en 1854, oyó hablar por primera vez del fenómeno de las "mesas parlantes", al que sólo empezó a conceder crédito tras haber sido testigo, en mayo de 1855, de inexplicables fenómenos relacionados con mesas ambulatorias y giratorias o "danzantes", así como con la llamada "escritura automática". Persuadido de la existencia de una región espiritual habitada por almas inmortales desencarnadas con las que era posible comunicarse, Rivail se decidió a examinar una voluminosa colección de escritos psicográficos que le proporcionaron amigos espiritistas interesados en su juicio y empezó a asistir con regularidad a sesiones, preparado siempre con una serie de preguntas que le eran respondidas de “manera precisa, profunda y lógica", a través de los sujetos a los que el Espiritismo denomina "médiums", porque actúan como intermediarios en las comunicaciones con las supuestas almas desencarnadas. En 1856 frecuenta las reuniones que se celebraban en casa del Sr. Roustan con la sonámbula Mlle. Japhet. Más de diez médiums le prestaron su concurso para este trabajo. Después de la comparación y fusión de todas las respuestas, coordinadas, clasificadas y muchas veces sometidas a examen en el silencio de la meditación, fue cuando se decidió a formar la primera edición de “El Libro de los Espíritus”, que vio la luz el 18 de abril de 1857”

Toda esta materia, debidamente “repasada y corregida” por la entidad espiritual que se identificó ante Rivail como "la Verdad”, sirvió de base al cuerpo de doctrina de El Libro de los Espíritus, su obra apareció el 18 de abril de 1857, cuya primera edición se agotó en pocos días, llegándose a la décimo sexta en vida del autor. En los Prolegómenos de esta obra se lee: "Los Espíritus anuncian que los tiempos designados por la Providencia para una manifestación universal han llegado ya, y que siendo ministros de Dios y agentes de su voluntad, su misión es la de instruir e ilustrar a los hombres, abriendo una nueva era a la regeneración de la humanidad. Este libro es la recopilación de su enseñanza."

En 1858, Allan Kardec acomete varias importantes realizaciones. La primera de ellas es la publicación de una revista; sin contar con la ayuda financiera de nadie, sin tener ningún suscriptor, y con el beneplácito de sus colaboradores espirituales lanza, el 1 de enero de 1858, el primer número de la Revue Spirite, journal d’Etudes Psychologiques. Ese primer número tenía 36 páginas.

La “Revue Spirite” fue un poderoso auxiliar para el complemento y el desarrollo de sus obras doctrinarias; fue un campo de ensayos destinado a sondear la opinión de los hombres y de los espíritus acerca de ciertos principios antes de admitirlos como verdades constitutivas de la doctrina.

La “Revue Spirite” llegó, en menos de un año, a los más distantes lugares. Y tanto aumentaron los suscriptores que, a petición de los mismos, tuvo que reimprimir por dos veces los números correspondientes a 1858, 1859 y 1860.

La segunda gran tarea de ese año fue la constitución, el 1º. de abril, de la Société Parisienne des Études Spirites. Veamos, en boca del mismo Kardec, cómo se gestó la formación de esta Sociedad:

“Hacía 6 meses que se reunían todos los martes en mi casa algunos adeptos de la idea. El principal médium de que disponíamos era Mlle. E. Dufaux. Aunque el local no permitía mayor concurrencia que 15 ó 20 personas, veces hubo que llegamos hasta 30. Estas reuniones ofrecían un gran interés por su carácter serio y la suma trascendencia de los problemas que se elucidaban. Acudían a ellas frecuentemente príncipes extranjeros y otros personajes de distinción. El local, además de poco cómodo por su disposición, evidentemente era muy exiguo. Algunos propusieron imponernos una cuota para alquilar otro más adecuado”. (“Obras Póstumas”: “Fundación de la Sociedad Espiritista de París”).

Así se formó aquella Sociedad Parisiense de Estudios Espiritistas (SPEE). Allan Kardec fue nombrado presidente de la misma, cargo que ocupó hasta su desencarnación, aunque en 1859 quiso renunciar a ese cargo, lo que no fue aceptado por los miembros de la Sociedad.

El número de visitantes, franceses y extranjeros, que Kardec recibía en su casa, se multiplicaba cada año (Z. Wantuil y F. Thiesen mencionan que alrededor del año 1862, la cifra de visitantes superaba los 1.200). Considerando Kardec que esas visitas era mejor que fuesen recibidas en la sede de la Sociedad, en 1860 se traslada a vivir allí, sin dejar por ello su propia casa.

Desafortunadamente, la SPEE sobrevivió pocos años después de la desencarnación de su primer presidente.

En el año de 1858, aparece la 2ª. obra espiritista de Kardec: “Instrucción práctica sobre las manifestaciones espiritas”. Esta “Instrucción”, notablemente ampliada pasará a ser “El Libro de los Médiums” (1861).

Siguiendo con la bibliografía de Allan Kardec, mencionaremos que, en 1859, aparece “¿Qué es el Espiritismo?”: “Introducción al conocimiento del Mundo Invisible por las manifestaciones de los espíritus. Contiene el resumen de los principios de la doctrina espiritista y las respuestas a las principales objeciones”.

En 1860, sale a la luz la 2ª. edición de “El Libro de los Espíritus”, con las 1018 cuestiones que conformaron esta edición definitiva. En 1861, publica “El Libro de los Médiums” o Guía de los médiums y evocadores, conteniendo: “la enseñanza especial de los espíritus sobre la teoría de todos los tipos de manifestaciones; los medios de comunicarse con el Mundo Invisible; el desarrollo de la mediumnidad; las dificultades y obstáculos que es posible encontrar en la práctica del Espiritismo”. En 1864, presenta la obra “Imitación del Evangelio según el Espiritismo”. La 2ª. edición en 1865, recibió el título definitivo de: “El Evangelio según el Espiritismo”. “Explicación de las máximas morales de Cristo, su concordancia con el Espiritismo y su aplicación a las diversas posiciones sociales”.

En este mismo año de 1865, publica también “El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo”. “Examen comparado de las doctrinas sobre el tránsito de la vida corporal a la vida espiritual, las penas y las recompensas futuras, los ángeles y los demonios, las penas eternas, etc. etc.”.

“La Génesis, los milagros y las profecías según el Espiritismo”, es la última obra publicada por Kardec, en 1868. Es el libro más científico del fundador del Espiritismo.

Finalmente, en 1890, aparecen sus “Obras Póstumas”, que contienen “interesantes estudios en los cuales se desarrollan diferentes puntos de la doctrina espiritista, dados a luz, después de la muerte de su autor, en la “Revue Spirite” de París.

Son también dignos de mención los viajes de divulgación que realizó en los siguientes años: 1860 (Mâcon, Lyon, Saint-Étienne, …); 1861 (Lyon, Burdeos, …); 1862 (Lyon, Burdeos, Orleáns, Tours, … hasta 20 ciudades); 1864 (Bruselas, …) y 1867 (Burdeos y Tours, en donde tiene ocasión de conocerle Léon Denis).

Su “espíritu protector” le había informado de que en una existencia previa, en el tiempo de los druidas, ambos se habían conocido en la Galia y él se llamaba "Allan Kardec". El Libro de los Espíritus fue el primer trabajo en que el autor sustituyó por éste su nombre real, y el acta de nacimiento del Espiritismo. 

Desde el principio, Allan Kardec afirmó “que los Espíritus, siendo simplemente las almas de los hombres, no tienen ni conocimiento supremo ni sabiduría suprema; que su inteligencia depende del progreso que hayan hecho y que su opinión no es más que una opinión personal”, por lo que "no se debe dar ciegamente crédito a todo lo que dicen los Espíritus". A lo largo de sus escritos habla de espíritus superiores e inferiores: "encuéntranse en el mundo de los Espíritus, como en la Tierra, todos los géneros de perversidad y todos los grados de superioridad intelectual y moral": espíritus buenos y malos, espíritus menores, espíritus malvados y rebeldes, espíritus errantes, espíritus vulgares y espíritus mentirosos "que usurpan a menudo nombres conocidos y venerados" y "dicen haber sido Sócrates, Julio César, Carlomagno, Fenelon, Napoleón, Washington, etc." La "comprobación que de su identidad puede tenerse es, efectivamente, difícil; pero si no puede conseguirse tan auténtica como la que resulta de un acta del estado civil, puédese obtenerla presuntiva, por lo menos, con arreglo a ciertos indicios". En Qué es el Espiritismo, Rivail también admite que algunos espíritus son “mentirosos, fraudulentos, hipócritas, malvados y vengativos” y capaces de utilizar lenguaje grosero. La suplantación que hacen los espíritus es una de las dificultades del Espiritismo práctico; pero nunca se ha dicho que la ciencia espiritista fuese fácil, ni que se la pueda alcanzar bromeando, siendo en este punto igual a otra ciencia cualquiera.

Sus obras serían sustanciales en la labor de sistematización de las ideas espíritas o espiritistas, ideas que, siendo la clave de su interpretación de las religiones, de orientación unificadora, Allan Kardec no consideraba de índole propiamente religiosa, sino científica, por no estar fundadas en fe ni revelación sobrenatural algunas, sino en la reflexión sobre el hecho de experiencia de las comunicaciones de los propios seres fallecidos: "El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica.

Como ciencia práctica, consiste en relaciones que pueden establecerse con los espíritus; como doctrina filosófica, comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones. Podríamos definirlo así: El Espiritismo es la ciencia que trata de la naturaleza, origen y destino de los espíritus y de sus relaciones con el mundo corporal.

Sus obras fueron:

1857: El Libro de los Espíritus.
1861: El Libro de los Médiums.
1859: ¿Qué es el Espiritismo?
1864: El Evangelio según el Espiritismo.
1865: El Cielo y el Infierno o la Justicia divina según el Espiritismo.
1868: El Génesis, los milagros y las profecías según el Espiritismo.

La coincidencia del Espiritismo con la Iglesia Católica en su oposición al materialismo, así como en la moral centrada en la caridad, le hacían incomprensible la, por otra parte, coherente condena de Roma, formalizada en la inclusión, en 1864, de las obras de Kardec en el entonces vigente Índice de libros prohibidos.

El rechazo eclesiástico ya había dado lugar, por ejemplo, a la quema de 300 libros espiritistas llevada a cabo en 1861 en Barcelona, tras haber sido confiscados por el obispo de esta diócesis a través del Santo Oficio. El Espiritismo, escribe Rivail, "es la prueba patente de la existencia del alma, de su individualidad después de la muerte, de su inmortalidad y de su suerte verdadera; es, pues, la destrucción del materialismo, no con razonamiento, sino con hechos.

Y, el 31 de marzo de 1869, cuando estaba preparando los últimos detalles de su mudanza a su casa de la Avenue Ségur, desencarna Hippolyte Léon Denizard Rivail / Allan Kardec, a causa de la rotura de un aneurisma. En ese preciso momento estaba atendiendo a un empleado de su librería.

El 2 de abril, en un modesto coche fúnebre y acompañado por los amigos más íntimos, por los miembros de la SPEE y por conocidos y simpatizantes (más de 1.000 personas), es conducido hasta el cementerio de Montmartre, donde una simple fosa recibió su cuerpo.

Acto seguido se pronunciaron cuatro discursos:

Por la SPEE habló su vicepresidente, Mr. Levent.

En segundo lugar, Camilla Flammarion pronunció su célebre discurso.

Alexandre Delanne representó a las sociedades espiritistas de Francia y del extranjero.

Finalmente, en nombre de la viuda y de los amigos, E. Muller se dirigió a los presentes.

Al año siguiente, los restos de Kardec fueron trasladados al cementerio de Père-Lachaise, donde se erigió un dolmen debajo del cual se colocó un busto del Fundador del Espiritismo y en el frontispicio se puede leer:


"Naître, mourir, renaître encore et progresser sans cesse telle est la loi”
cuya traducción al castellano es:
“Nacer, morir, renacer de nuevo y progresar sin cesar, tal es la ley”


Es de remarcar que en la tumba de Kardec, hasta el momento presente, siempre hay flores frescas.

Concluye aquí esta exposición sobre la vida de aquel discípulo de Pestalozzi, que llegaría a brindar a la Humanidad un poderoso instrumento de auto-salvación: EL ESPIRITISMO.

Bibliografía consultada:
M.A. Jullien: “Sistema de educación de Pestalozzi”; A. Kardec: “Obras Póstumas”; A. Moreil: “Vida y
Obra de Allan Kardec”; Zêus Wantuil y Francisco Thiesen: “Allan Kardec”, 3 volúmenes.


19 octubre 2009

El Espiritismo en la Historia

Todos los grandes movimientos de la humanidad tienen sus antecedentes históricos y el Espiritismo no podía ser la excepción. «El Espiritismo no es un descubrimiento moderno, los hechos y principios sobre los cuales reposa se pierden en la noche de los tiempos, pues se encuentran vestigios de ellos en las creencias de todos los pueblos, en todas las religiones, en la mayoría de todos los escritos sagrados y profanos» según Kardec.  

La creencia de poder comunicarse con los espíritus de los muertos es algo que se ha admitido desde hace miles de años por todas las religiones.  Los egipcios en el papiro número 3229, que se conserva en el museo del Louvre, pedían a los muertos sueños premonitorios.  Las religiones espiritualistas y las creencias populares reservan un lugar importante a los espíritus de los muertos, a los que se venera y rinde culto. 

Los chamanes de los pueblos primitivos afirmaban tener el don de comunicarse con los muertos.  De todas las grandes religiones de la antigüedad existen referencias sobre la práctica de la necromancia o adivinación mediante consulta a los muertos. Por ejemplo la Biblia nos cuenta como Saúl, rey de Israel, echó de sus tierras a los nigromantes y adivinos, dado que la Ley de Moisés prohibía la comunicación con los difuntos. A pesar de ello el propio Saúl, que estaba aterrado por el poder de los filisteos, acudió a una vidente, la maga de Endor, con el fin de poder consultar al profeta Samuel que acababa de morir. Se dirigió una noche a casa de la maga tras haberse cambiado las vestiduras para no ser reconocido. "Y Samuel, envuelto en un manto, se elevó en la tierra, y dijo a Saúl: ¿Por qué me perturbas evocándome? (Primer libro de Samuel 28,3-26). También en el primer libro de Samuel (28,6-20) se cuenta como el Rey Saúl, al ser amenazado por el ejército filisteo y dado el absoluto silencio del oráculo, consulta al espíritu de Samuel y este pone en conocimiento de Saúl que él y toda su familia morirían al día siguiente.  

En la Grecia antigua se tenía la creencia que los difuntos que habitaban el Hades podían entrar en contacto con los humanos mediante ciertos ritos mágicos como los practicados en el oráculo de Delfos.  En el décimo canto de la Odisea de Homero, éste explica como Ulises consulta al adivino Tiresias.  Sócrates y Platón promulgaban ciertos principios espirituales.  Se sabe que Sócrates (470-399 a.C.) no escribió nada y que lo que sabemos de él se debe a los escritos de Platón.  Platón (427-347 a.C.) fue discípulo y apologista de Sócrates, así como propagador de sus ideas.  Muchas de las enseñanzas de Sócrates y Platón que Kardec menciona en El Evangelio Según el Espiritismo están contenidas en Fedón. Sin embargo, se encuentran una gran cantidad de principios, ideas y enseñanzas filosóficas, morales y sociales esparcidas en los otros Diálogos de Platón como en Fedro, Teeteto (Teetetes) y El Banquete.  

En Italia, Tertuliano nos habla de mesas giratorias en el Senado romano durante el siglo II.  En la Edad Media se creyó que los espíritus regresaban en ciertas ocasiones al mundo de los vivos, por lo que estuvieron en boga los cuentos de fantasmas. Las cuevas de Salamanca y Toledo, fueron durante la Edad Media escuelas de Espiritismo.  En 1688 nació en Estocolmo (Suecia) Emanuel Swedenborg que fue el fundador de la cristalografía y el primer hombre en expresar la hipótesis de que los planetas se formaron por condensación de nebulosas cósmicas. Físico, matemático, fisiólogo, astrónomo, doctorado en la Universidad de Upsala, era internacionalmente conocido por sus inventos. Emmamuelle Swedenborg a los 48 años publicó un libro en el que daba a conocer a la humanidad su opinión de que el universo era un ser vivo y manifestaba que más allá del dominio de nuestros sentidos había un reino espiritual.  

A los 55 años afirmó poseer facultades para percibir a entidades espirituales con los que mantenía conversaciones, como por ejemplo: Jesucristo (quien le había encomendado una misión sagrada), Martín Lutero, San Pablo y otros personajes importantes del pasado.  Dio a conocer profecías que se cumplieron puntualmente poco tiempo después de su predicción y que desconcertaron a aquellos que lo consideraban un loco. Entre otras cosas profetizó que él moriría el 29 de Marzo de 1772 a las cinco de la tarde, y así ocurrió.  

Otro importante individuo en materia de mediumnidad lo fue Andrew Jackson Davis. Nació en 1826, en Nueva York. Era un joven nacido en un medio pobre.  

En los últimos años de su infancia, comenzaron a manifestarse las capacidades psíquicas de Davis.  Tenía una extraordinaria clarividencia que al principio era usada como diversión pero luego, su magnetizador la utilizó para hacer diagnósticos de enfermedades. A los 19 años de edad, Davis "escribe" un libro dictándoselo a un secretario que escribía fielmente las palabras que él pronunciaba, expresándose como si fuera muy ilustrado en conocimiento y sabiduría, lo que era sorprendente, pues se trataba de un joven ignorante y sin cultura. Ese fue el comienzo del trabajo mediúmnico de este joven, con la producción de otros libros que fueron reunidos con el nombre de Filosofía Armónica. En esa fase, decía estar bajo la influencia de una entidad que posteriormente se identificó como Swedenborg. Su capacidad para profetizar eventos futuros se percibe en su libro Los Principios de la Naturaleza editado en el año 1847.  A partir del siglo XVIII, cuando empieza a crecer el pensamiento científico, baja en occidente el gran nivel de creencia en una vida después de la muerte y consecuentemente la práctica de predecir el futuro mediante la comunicación con los espíritus a través de los médium, además de la influencia de la Iglesia Occidental que lo prohíbe puesto que en la Biblia se habla de ello. En el Deuteronomio 18, 10-12, podemos leer: "No haya en medio de ti quien interrogue a los muertos. Pues todo ello es abominable a los ojos del Señor, tu Dios, echa lejos de ti a estas naciones "La Iglesia condena esta práctica como lo hicieron los griegos y los judíos. Para la Iglesia, cuando algún espíritu responde, necesariamente tiene que ser un demonio.  

Casi veinte años antes del caso Fox, concretamente en 1829, apareció en Alemania una obra que se publicó en dos tomos: La vidente de Prevost e Iniciación a la Vida Interior del Hombre y la Irrupción en Nuestro Mundo de un Mundo de Espíritus. Su autor era el poeta y médico Justinus Kerner (1786-1862).  El libro contaba la historia de una joven paciente suya llamada Friederike Hauffe, que enferma de muerte (un tumor en el cerebro que le había llegado a deformar el cráneo) acudió a él en 1825 buscando ayuda. Kerner la hipnotizó y desde ese momento su paciente comenzó a producir toda serie de fenómenos mentales que el médico no pudo asimilar. Sólo cuando la joven murió en 1828 Kerner publicó sus estudios. Lo sucedido a Margaretta Fox y a sus hermanas fue el acontecimiento más importante de la historia de la humanidad. Una prueba concluyente de que podemos comunicarnos con los espíritus de los muertos significaría que la muerte no es el fin de la vida, sino el traslado de la existencia a otro plano superior. Esto parecía quedar demostrado por lo que ocurrió en un pequeño chalet de madera en el pueblo de Hydesville, en el estado de Nueva York, el 31 de marzo de 1848. Jamás a lo largo de la historia del Espiritismo, que ya practicaban los griegos y los romanos, se había conseguido obtener una información que viniese del más allá tan real como la del espíritu de Charles B. Rosma, quien contestaba con nombre y apellido y que respondía con asombrosa puntualidad y de forma "telegráfica".  Al parecer Charles B. Rosma contó a las hermanas Fox a través de sus comunicaciones, que había sido un buhonero asesinado brutalmente con un fuerte golpe en la nuca y que posteriormente lo enterraron en cemento para ocultar su cadáver. Años después unas obras de acondicionamiento en la casa, dejaron al descubierto el cadáver de un hombre emparedado y acurrucado, en posición fetal, encontrando a su lado una caja de estaño llena de baratijas, por lo que se especuló con que este cadáver pudo pertenecer a un buhonero que había desaparecido muchos años antes; pero lo más desconcertante fue el descubrir que este buhonero desaparecido se llamaba Charles Brian Rosma.  

Este suceso marcó el comienzo del movimiento espiritista moderno, y no del Espiritismo, pues el Espiritismo, como ciencia, comienza con Kardec, porque fue èl quien codificó las enseñanzas de lo que se creía eran almas de los difuntos. Nunca antes nadie lo había hecho. Fue Allan Kardec, quien creó esta palabra, que etimológicamente significa: "Sistema para el estudio del espíritu" (Espirit: Espíritu, Ismo: Sistema). 

Kardec rechaza la existencia del infierno, el purgatorio y la gloria de la concepción cristiana y define el Espiritismo como una ciencia de observación y una doctrina filosófica.  El Espiritismo aparece codificado, por primera vez, en El Libro de los Espíritus, cuya publicación, el 18 de Abril de 1857, se debe considerar como la fecha de su verdadero comienzo.  En el año 1.858 salió a la luz el primer número de la revista que él mismo editaba y que denominó como Revue Spirita, en la que daba a conocer todos sus trabajos sobre este particular. Ese mismo año en el mes de abril fundó la Sociedad Parisina de Estudios Espiritistas, cuyos fines principales eran contribuir a la investigación y divulgación de los fenómenos espiritas.  

Europa y Estados Unidos gradualmente abrazaron el Espiritismo.  Se fundaron miles de sociedades espiritistas en ambos continentes, y los principios espiritistas fueron tan diseminados que, como España, el Espiritismo fue considerado a integrar los programas regulares de colegios de segunda enseñanza y de las facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias. Pero, los regímenes totalitarios en muchas naciones europeas, aplicaron una represión fuerte sobre muchos movimientos filosóficos, sociales y políticos, entre ellos, el espiritista. Las Guerras Mundiales, en la primera mitad del siglo 20 fueron el golpe final para el movimiento espiritista en la mayor parte de Europa.  Se dice que el Espiritismo llegó a las colonias españolas y portuguesas a finales del S. XIX, conociéndose que llegó al Brasil en 1865.  

El Espiritismo actualmente, es considerado superstición por la ciencia, aunque realmente constituye una doctrina y filosofía de vida que millones de personas en el mundo la practican.  Actualmente el Brasil es el país que posee el mayor número de espíritas de todo el mundo. Actualmente se cuentan 2.3 millones de espíritas, según el Censo realizado en el año 2000 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), siendo los espíritas el tercer mayor grupo religioso del país y el segmento social que tiene mayor renta y nivel de escolaridad. 

Los espíritas brasileños practican el bien y la caridad. Ellos regentan en todos los estados del Brasil: hospitales, asilos, orfanatos, escuelas para personas carentes y otras instituciones asistenciales y de servicio. 

La Federación Espirita Brasileña asocia aproximadamente diez mil Instituciones Espiritas diseminadas en todas las regiones del País.  

En el resto de Latinoamérica la presencia de espíritas varía de un país a otro.  

La mayoría de los movimientos espíritas se consideran cristianos, aunque la Iglesia Católica ha rechazado el Espiritismo, catalogándolo como una práctica contraria a los preceptos divinos que ella dice representar, a pesar que los cristianos piden favores a sus espíritus familiares y a los santos mediante la oración. Esta práctica es admitida de siempre por la Iglesia Católica, pero no como una aceptación de la vida espiritual, porque las ideas espíritas constituyen un gran estorbo para el control social que poseen los sacerdotes sobre la población.  

El doctor Laponi, médico de cámara del Papa León XIII, afirmó que todos los fenómenos espiritistas eran realizados por el diablo, basándose en experiencias de tipo espiritista que acontecían en el Vaticano. En 1924 comenzó a manifestarse el espíritu del Papa Pío X y en este caso si se llegó a la conclusión que no era obra del diablo, sino de un milagro y que sirvieron de base para su posterior canonización.  

Los principios del Espiritismo actual se han hecho más religiosos en virtud de las enseñanzas predominantemente morales obtenidas en la comunicación con espíritus más evolucionados.  El identificar al Espiritismo como una creencia religiosa provoca una gran controversia dentro del mismo movimiento espírita; mientras unos lo consideran religión, otros lo consideran una ciencia y otros reclaman que se lo reconozca como una filosofía social, debido a que el pensamiento social del Espiritismo al ser difundido a toda la humanidad haría que ésta pudiera gozar de libertad, igualdad y fraternidad, aquí y ahora, en este mundo terrenal.  

El Espiritismo es una ciencia que estudia el comportamiento espiritual de los seres humanos, y por ende abarca todas las ciencias materialistas y espiritualistas, y entre ellas la moral.

Compendio de Enrique Gagliardo M.