Movimiento por la Reforma Social BEATE PAUPERES SPIRITU

Es un movimiento social virtual que intenta integrar a personas interesadas que tienen como finalidad el cambio social. 

El Movimiento por la Reforma Social BEATE PAUPERES SPIRITU (Bienvenidos los pobres de Espíritu) es un movimiento social virtual.  No es una fundación ni una Organización No Gubernamental (ONG), pues éstas son unidades asistenciales. 

Este Movimiento social virtual no busca confluir en un partido político, porque su fin no es alcanzar el poder sino impeler al hombre en la práctica del bien y a cumplir con el mandato de amar a su prójimo. Su labor se basará en presentar alternativas a las personas para lograr reivindicaciones concretas. 

El Movimiento por la Reforma Social BEATE PAUPERES SPIRITU es una vía de participación ciudadana. Es el equivalente a una acción afirmativa de grupo en procura del bien común del ciudadano, del perfeccionamiento de las instituciones y del desarrollo de las relaciones internacionales pacíficas con otros países.

Si desea comunicarse con el administrador de este grupo de estudio puede escribirle a ecuador.kardeciano@gmail.com



Espiritismo Social
Eugenio Lara

"Espiritismo y Unificación" en la década del 80, periódico que antecedió a "Apertura", fueron combatidos sistemáticamente. La reacción no fue ni un poco amistosa. Llega a ser ridículo, tanto cuanto estresante, que haya que espiritizar el Espiritismo o kardequizar a los kardecistas. El tiempo demostró que es un trabajo necesario, pero que no puede limitarse a las trabas creadas por el instinto de conservación propio de cualquier idea institucionalizada. Ni siempre vale la pena quedarse clamando en el desierto, pues las personas son libres y los movimientos que ellas crean también. 

El Espiritismo siguió un camino históricamente comprensible,  influenciado por factores culturales y antropológicos casi que ineludibles. No puede quedarse llorando la leche derramada. Es preciso avanzar aún más cuanto al papel que cabe al Espiritismo.

De todas las prospecciones de Kardec, de más admirable fue acerca de la propagación del Espiritismo. En dos oportunidades él abordó el tema e imaginó, de inicio, cuatro fases, ampliadas posteriormente para seis. Guardadas las diferencias entre los períodos,  que no cabe aquí analizar, hay una coincidencia cuanto a lo que él imaginó ser la fase final de propagación de la Doctrina: ella tendrá que ser social.

Pues ahí está una de las grandes finalidades del Espiritismo, su influencia en la sociedad, en el campo de la educación, de las ideas. 

No adelantarse a imaginar un movimiento activista, aguerrido, como el marxismo, por ejemplo. 

La naturaleza de la filosofía espirisista es bien otra, ella es reflexiva, intelectiva y profundamente ética. El Espiritismo es una ética, sus principios normativos actúan en el plan axiológico, de los valores, cambiando el eje vivencial de las personas. La revolución que provoca es silenciosa, casi que imperceptible, pues no tiene toda aquella parafernalia de movimientos otros más engajados y belicosos, ni debe tener.

Muchos adjetivos fueron utilizados para reafirmar el verdadero carácter del Espiritismo: filosófico, científico, laico. Y otros para desviarlo del raíl kardeciano como cristiano, religioso, evangélico. Pues ya que es así, también propongo una adjetivación que se hace necesaria en este siglo que se inicia: Espiritismo Social. Es preciso recuperar su carácter sociológico e imprescindible, rescatar el carácter activista de su fundador. Kardec fue, en el sentido gramsciano, un intelectual orgánico, un hombre de acción, un militante entusiasta e idealista. Desde la juventud se preocupaba con la educación de las masas, con el adelanto moral.

En función del estímulo al individualismo, del crecimiento del egoísmo social y de sus consecuencias perniciosas, se abre una laguna que el Espiritismo tiene todas las condiciones de llenar, pues él es profundamente humanista y reafirma el sentido libertario, existencial y moral de las personas, a partir de la comprensión de sus ideas evolucionistas e inmortalistas. El Espiritismo tendrá que ser social sino tendrá un fin profundamente melancólico y lamentable.

Eugenio Lara es arquitecto y Diseñador gráfico, redactor del periódico de cultura espiritista Apertura, miembro fundador del Centro de Investigación y Documentación Espiritista (CPDoc) y del Instituto Cultural Kardecista de Santos.

Publicado en Abertura de diciembre/2000.