Centro de Investigación Espírita MENS AGITAT MOLEM

MENS AGITAT MÓLEM (El espíritu anima al cuerpo) es un grupo de estudio donde se expondrán artículos sobre las evidencias científicas de que el alma o espíritu anima al cuerpo.

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El Espiritismo como Ciencia
En el medio espírita es muy común la utilización de la palabra "ciencia" para dar una definición de la doctrina espírita. Incluso Allan Kardec, al dar una definición del Espiritismo, usa la palabra ciencia, es más, dice textualmente: "El Espiritismo es la ciencia que estudia la naturaleza, el origen y el destino de los espíritus, y las relaciones que hay entre el mundo espiritual y el mundo corporal".

 El uso de esta palabra es uno de los temas que más puede sorprender a aquellas personas que no conocen el Espiritismo, ya que les extraña que el concepto de ciencia vaya unido a una idea que se encarga de cuestiones como la comunicabilidad con los espíritus, la reencarnación, la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, las enseñanzas morales de Jesús etc. 

Otro de los argumentos de aquellos que no conocen el Espiritismo, es que la ciencia no considera los fenómenos espíritas dentro de sus objetivos de estudio. En esta cuestión, tenemos que considerar que la "ciencia" es un medio de conocer la realidad, siguiendo un determinado método, que se designa con el nombre del "método científico".

Teniendo en cuenta esta premisa, todo medio de aproximación a la realidad que tenga en cuenta este método, será, por consecuencia, una ciencia, independientemente que sea o no considerada "oficial". Dentro de este orden de ideas, debemos reconocer, también, que cada ciencia se especializa en un determinado contexto, por ejemplo, la Biología, en el estudio de la vida en sus múltiples aspectos, la física de las propiedades íntimas de la materia, la química de las interacciones de estas propiedades, y así cada una de las ciencias, se dedica a una rama del conocimiento, teniendo su especialización. 

Por ello, que la medicina, la biología, la física… no se ocupen de las cuestiones espirituales no significa que estas no sean verdad, sólo que por el momento, no son el objetivo de sus investigaciones. Por otra parte, existe también un proceso sociológico estudiado perfectamente por las ciencias de la educación. Es el de las "creencias", y cuando hablamos de creencias, no nos referimos sólo a las creencias religiosas. Y entre las creencias "erróneas" que hacen parte de nuestra sociedad, es la de atribuir un carácter de infalibilidad a la denominada ciencia oficial y a los científicos que se encargan de ella. Esto es una realidad, y la podemos observar a diario, sobre todo nosotros. 

Hemos oído decir en más de una ocasión, cuando le planteamos a alguien la idea de la doctrina espírita: "si fuera verdad, la ciencia lo diría". Desde el punto de vista científico, esto es un absurdo, ya que la propia ciencia demuestra su progreso constante, y afirma que para nada está en posesión absoluta de la verdad, sino todo lo contrario. 

Precisamente una de las ideas más interesantes de la ciencia, es que no tiene principios o teorías absolutas, ya que nuevos métodos de investigación podrían hacernos observar mejor los fenómenos y descubrir cosas que no sabemos, u otras que creemos que son de una manera, que sean de otras. En definitiva, si el Espiritismo es una ciencia o no, no será porque lo confirmen las llamadas ciencias oficiales, sino porque en realidad siga o no el método científico. Pero antes de pasar a verificar si el Espiritismo sigue o no el método científico, vamos a explicar rápidamente en qué consiste el método científico. 

Se considera método científico a una serie de pasos, que tienen por objetivo el estudio de un fenómeno. La característica fundamental del método científico, es que estudie fenómenos naturales, y que de alguna manera, puedan ser percibidos por los sentidos, o bien por medio de instrumentos capaces de percibirlos. Todo lo que no sea natural, no sería característico de la ciencia. El primer paso del método científico, es la observación. Ella consiste en el proceso de observar un determinado fenómeno que existe en la naturaleza. La observación exige de un conocimiento, ya que los fenómenos naturales existen en la naturaleza y son observados generalmente por las personas, más no todas los observan desde una visión científica. La observación del fenómeno, no implica simplemente verlo, sino preguntarse los porqués.  El por qué ocurre, cual es la causa que lo provoca, cuáles son sus consecuencias, etc. 

El segundo paso del método científico, es la formulación de hipótesis. Una hipótesis, es una suposición que pretende explicar el fenómeno observado. La hipótesis debe ser racional, que explique de forma lógica el fenómeno, y que pueda responder a las diversas formas en las que el fenómeno pueda presentarse. Además, algo muy importante, es que la hipótesis pueda ponerse a prueba, y demostrarse si es cierta o no lo es. Sin esta última característica, no estaríamos hablando de una ciencia, sino de una filosofía, que puede demostrar de forma lógica un determinado fenómeno, más no puede hacerlo de forma empírica, es decir, demostrando las hipótesis. 

El tercer paso, sería la experimentación. Es un paso muy importante, cuyo objetivo es la verificación de la hipótesis planteada. En este paso se pueden usar dos o varias variables, dependiendo del objeto de estudio. Además, esas variables pueden ser modificadas por el experimentador, o bien pueden no ser modificadas, dependiendo de la naturaleza de esas variables. 

Lo importante, es que el objetivo sea cumplido, es decir, que la hipótesis sea demostrada empíricamente o bien no se pueda demostrar, lo que llevaría a formular nuevas hipótesis y repetir el proceso. Y el cuarto paso, es la formulación de leyes y teorías, que constituye la parte definitiva.

En relación a las investigaciones hechas, los datos obtenidos, se elaboran las leyes o teorías, dependiendo de los resultados obtenidos. Es un paso que requiere mucho estudio para no equivocarse en la formulación de esas conclusiones, que nunca serán definitivas, sino provisionales, a la espera de que nuevos conocimientos puedan ampliarlas, refutarlas o validarlas. De forma muy rápida y concisa, hemos visto los pasos del método científico. 

Ahora, nos toca determinar si el Espiritismo ha seguido esos pasos o no, lo que haremos también de forma muy rápida, ya que existen diversas obras donde se explican con más detalle estos pasos, obras a las cuales remitimos al lector para un mayor conocimiento del tema. Como dijimos, el primer paso del método científico, es la observación racional, es decir, empleando la razón en aquello que se observa, intentando preguntarnos los porqués de lo que pasa. Si estudiamos con detenimiento la historia del Espiritismo, veremos como ese primer paso fue perfectamente realizado. 

Desde los fenómenos en Hydesville, a través de las hermanas Fox, se han venido observando una serie de fenómenos que entraban a formar parte de lo que hoy se conoce con el nombre de "paranormales". Esos fenómenos, que sucedían espontáneamente, fueron al comienzo objeto de diversión de multitud de personas, empero, otras, al observar estos fenómenos, comenzaron, lo que podríamos denominar: "la era científica de los fenómenos paranormales" ya que al observarlos, se preguntaban cuáles eran las causas que los producían.

Entre estas personas hubo muchos que también eran destacados en las diversas ciencias oficiales, y que delante del nuevo campo de investigación, usaron la misma rigidez, (o incluso más), que la empleada para la investigación de sus campos profesionales de estudio. Entre ellos, en esa época, podemos citar a: (Ver el libro: "Historia del Espiritismo" de Arthur Conan Doyle).

 Siguiendo con el método científico, el segundo paso es el de elaborar hipótesis que explicasen esos fenómenos. Así, paralelamente al interés suscitado por ese orden de fenómenos, comenzaron a surgir diversas hipótesis, que intentaban explicar los fenómenos. 

Las hipótesis que surgieron fueron muchas y muy diversas, sobre todo, por tratarse de un campo de estudio totalmente nuevo. El lector podrá encontrar una relación de algunas de ellas en el capítulo 3 del Libro de los Médiums de Allan Kardec, titulado: "Sistemas". 

A pesar de las muchas hipótesis que surgieron, muchas de ellas fueron descartadas en breve, por no poder explicar sino una parte muy concreta de los fenómenos y no los fenómenos en todas sus modalidades. Otras prevalecieron más tiempo, y entre ellas, podemos destacar cuatro grupos generales. El primer grupo, sería el de ver una causa energética absolutamente mecánica en los fenómenos.

Otro grupo de hipótesis, pretendía explicar los fenómenos, como resultado de una manifestación inconsciente y mecánica de la inteligencia de los asistentes a las reuniones. Otro grupo de ideas al respecto de esos fenómenos, afirmaba que todo se trataba de un fraude muy bien elaborado. Y el último, que las manifestaciones eran resultado de inteligencias extracorpóreas, a las que se designaba con el nombre de espíritus. 

El desafío siguiente, sería intentar ver cuál de esas hipótesis podía explicar mejor los hechos. Llegamos así, al tercer punto del método científico, la experimentación: Dentro de este aspecto, las investigaciones partieron de lo conocido a lo desconocido, e intentaron responder en primer lugar, a aquellas hipótesis que eran más conocidas, para pasar a las más desconocidas. Por ello, lo primero que se intentó verificar, era si los fenómenos eran o no reales. Es decir, si la hipótesis de fraude los podía explicar. 

Después de someter a los médiums a investigaciones cuidadosas, se pudo concluir con que había, efectivamente, una serie de fenómenos que eran fraudulentos, sobre todo se podía ver esto en personas que los realizaban de forma profesional, y tenían un rendimiento económico, sin embargo, también se observaron muchos fenómenos que eran reales, y en los que era imposible ver un fraude. Sobre todo, en los fenómenos espontáneos. 

También existía otro factor a tener en cuenta, y era que entre los médiums, los había que no ganaban nada, que todo lo hacían de forma desinteresada y que solían sacar más perjuicio que beneficio de los fenómenos. Fue especialmente entre estos médiums, donde se encontraron más pruebas evidentes de la realidad del fenómeno. Una vez descartada la idea de fraude, se investigó en torno de la posibilidad que una fuerza mecánica actuase en los fenómenos. Sin embargo, los fenómenos presentaban inteligencia, y podían contestar de forma racional a las preguntas hechas por los investigadores. Por ello, se descartó la idea de que la causa fuese únicamente mecánica, ya que debía, para contestar de forma inteligente, ser inteligente. Así, se llegó a la conclusión de que los fenómenos eran una manifestación inconsciente de los manifestantes. Esta idea hubiera sido muy buena si no hubiera una serie de hechos que la desmentían. Era que a veces, las ideas expuestas por el fenómeno, eran contrarias a las que los asistentes tenían. Otras veces, el fenómeno se manifestaba mostrando características sumamente personales, como una individualidad, una personalidad, unos gustos, unos conocimientos, etc. Que no eran los de los allí presentes. Otras veces, se manifestaba en un idioma que ninguno conocía, otras veces por medio de la pintura. En definitiva, mostrando una individualidad y unos conocimientos propios, por lo que esa hipótesis no parecía explicar todos los fenómenos. 

Por último, la idea espiritista, es decir, que eran los espíritus los que producían todos esos fenómenos. Como vemos, el tercer punto del método científico, está presente en el Espiritismo, pues ha habido una investigación para intentar explicar las diversas hipótesis que surgieron para explicar un determinado orden de hechos. Incluso los datos obtenidos, pueden ser catalogados como empíricos. Pues se pudo tener constancia material de los fenómenos producidos, y las dos o más variables con las que se trabajaba, eran perfectamente empíricas.

Remitimos al lector a la obra ya mencionada, "Historia del Espiritismo", donde encontrará un resumen de las diversas investigaciones que se llevaron a cabo. De la misma forma, podrá el lector encontrar en la lectura de dicho libro, otras fuentes donde ampliar sus conocimientos sobre el proceso de investigación frente a los fenómenos mediúmicos. Como resultado de esa investigación, surgieron unas conclusiones que fueron perfectamente catalogadas, y que serían la elaboración de las diversas leyes y teorías, como conclusión de los estudios realizados.

"El Libro de los Médiums" de Allan Kardec, por ejemplo, es un compendio de las conclusiones a que se llegaron después de largos estudios. Quizás, quien lea el Libro de los Médiums, pueda pensar que las conclusiones a las que llegó Kardec, en su investigación de la mediumnidad, puedan haber sido un tanto precipitadas. La verdad es que Kardec establece en su libro los resultados, pero no repite las investigaciones que le llevaron a esos resultados, por la razón de que ya están sumamente explicadas en otras obras que tratan sobre el asunto.

Lo realmente admirable, es que hoy, después de 150 años, las conclusiones a las que llegó Kardec siguen siendo válidas dentro de la ciencia espírita, que por supuesto, continúa progresando y actualizándose, condición precisa para que sea ciencia. Lamentablemente, es un campo de investigación "no oficial" y por lo tanto, las posibilidades son escasas, ya que no se tienen los suficientes recursos como para poder realizar una investigación aún mayor. 

Trabajos como los del ingeniero Hernani Guimaraes Andrade, o el Doctor Felipe Sergio de Oliveira, son ejemplos admirables de investigaciones actuales en el campo de la mediumnidad. Una de las críticas más comunes al respecto del Espiritismo como ciencia, es que no aborda fenómenos naturales. A mí, personalmente, me parece una crítica absurda, porque no creo que nadie tenga el control sobre lo que es o no es natural. El Espiritismo es muy claro a este respecto, y afirma que los fenómenos mediúmnicos son perfectamente naturales.

El problema, es que se considera natural, sólo lo que la ciencia oficial puede estudiar, en una postura estrecha de miras, ya que según eso, estamos limitando la naturaleza a la ciencia, lo que debería ser al contrario, pues es la ciencia la que estudia en la naturaleza y no ésta la que actúa según la ciencia.

Por lo tanto, establecer que los fenómenos mediúmnicos no son naturales, es demostrar escasa inteligencia y pretender que las cosas giran en torno de nuestras ideas. Otra de las críticas que se oponen al concepto del Espiritismo como ciencia, es que las variables no pueden ser modificadas a gusto del experimentador. Esto es cierto, pero hoy se conocen muchas ciencias cuyas variables no pueden ser modificadas por el experimentador, ya que el campo de estudio está dentro de una serie de fenómenos que no son modificables por el hombre, y que sólo se producen en determinadas circunstancias. Incluso muchos de estos fenómenos, para ser correctamente estudiados, necesitan de esta característica, pues si el hombre los modifica, los resultados no serían iguales. Por ejemplo, si deseamos estudiar el comportamiento de los animales dentro de su hábitat natural, no podremos cambiar variables de estudio, ya que al hacerlo, estaríamos modificando los posibles resultados. El Espiritismo estudia los seres espirituales y sus relaciones con el hombre, por lo que el estudio deberá ser observarlos en su campo de acción, lo que no implica que sea una ciencia. Llegamos al final del artículo, sin la pretensión de haber agotado el tema. Hay mucho que hablar sobre el mismo, sin embargo, lo que pretendíamos, era intentar explicar que el Espiritismo es realmente una ciencia.

Artículo de Juan José Torres






Manifestaciones de los Espíritus
Carácter y Consecuencias Religiosas de las Mismas

1. El Periespíritu - Principio de las Manifestaciones

9. Los Espíritus, según hemos dicho, tienen un cuerpo fluídico al que se da el nombre de periespíritu. Su sustancia es tomada en el fluido universal o cósmico, que lo forma y alimenta, como el aire forma y alimenta el cuerpo material del hombre. El periespíritu es más o menos etéreo según los mundos y el grado de depuración del Espíritu. En los mundos y en los Espíritus inferiores, su naturaleza es más grosera y se acerca mucho a la materia bruta.




10. En la encarnación, el Espíritu conserva su periespíritu, que es el órgano de transmisión de todas las sensaciones. Para las que vienen del exterior, puede decirse que el cuerpo recibe la impresión, el periespíritu la transmite, y el Espíritu, el ser sensible e inteligente, la siente. Cuando el acto parte de la iniciativa del Espíritu, puede decirse que este quiere, el periespíritu transmite y el cuerpo ejecuta.

11. El periespíritu no está encerrado en los límites del cuerpo como en una caja. Por su naturaleza fluídica es expansible; irradia al exterior y forma alrededor del cuerpo una especie de atmósfera, que el pensamiento y la fuerza de voluntad pueden extender más o menos. De aquí se sigue, que personas que no están en contacto corporal, pueden estarlo por medio del periespíritu y transmitirse, aun a pesar suyo, las impresiones y a veces hasta la intuición de sus pensamientos.

12. Siendo el periespíritu uno de los elementos constitutivos del hombre, desempeña un papel importante en todos los fenómenos psicológicos, y hasta cierto punto en los fisiológicos y patológicos. Cuando las ciencias médicas tomen en consideración la influencia del elemento espiritual en la economía, habrán dado un gran paso y nuevos horizontes se abrirán ante ellas; muchas causas de las enfermedades serán explicadas entonces y se encontrarán poderosos medios de combatirlas.

13. Por medio del periespíritu obran los Espíritus sobre la materia inerte y producen los diferentes fenómenos de las manifestaciones. Su naturaleza etérea, no podría ser obstáculo para ello, puesto que se sabe que los más poderosos motores se hallan en los fluidos más rarificados y en los imponderables. No hay, pues, que maravillarse de ver que con ayuda de semejante palanca, los Espíritus producen ciertos efectos físicos, tales como golpes y ruidos de toda clase; elevación, transporte, lanzamiento de objetos en el espacio, etc. Para explicarse esto, ninguna necesidad hay de acudir a lo maravilloso a los efectos sobrenaturales.

14. Obrando los Espíritus sobre la materia, pueden manifestarse de muchas maneras diferentes: por medio de efectos físicos, tales como los ruidos y movimientos de objetos; por la transmisión del pensamiento, por la vista, el oído, la palabra, el tacto, la escritura, el dibujo, la música, etc., en una palabra, por todos los medios que pueden servir para ponerles en relación con los hombres.

15. Las manifestaciones de los Espíritus pueden ser espontáneas o provocadas. Las primeras tienen lugar inopinadamente y de improviso; con frecuencia se producen en las personas más extrañas a las ideas espiritistas. En ciertos casos y bajo la acción de ciertas circunstancias, las manifestaciones pueden ser provocadas por la voluntad, bajo la influencia de las personas dotadas al efecto de facultades especiales.

Las manifestaciones espontáneas han tenido lugar en todas las épocas y países. Sin duda alguna el medio de provocarlas era también conocido en la antigüedad, pero constituía el privilegio de ciertas castas que no lo revelaban más que a escasos iniciados bajo rigurosas condiciones, ocultándolo al vulgo a fin de dominarlo con el prestigio de una fuerza oculta. Se ha perpetuado, empero, a través de las edades, hasta nosotros, en algunos individuos; pero desfigurado casi siempre por la superstición o confundido con las prácticas ridículas de la magia, lo que había contribuido a desacreditarlo. Hasta entonces, no habían pasado de ser gérmenes plantados aquí o allá. La Providencia había reservado a nuestra época el conocimiento completo y la vulgarización de esos fenómenos, para purificarlos de la mala liga y hacerlos servir en pro del mejoramiento de la humanidad, en disposición hoy de comprenderlos y deducir sus consecuencias.

Extraído del libro Obras Póstumas
Allan Kardec